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sábado, 21 de agosto de 2010

Antonio Borges - Venezuela




NO TODO PUEDE SER SERIEDAD

Un día de diciembre de otro año, con las intenciones de hacer una nota sobre la diferencia entre sexualidad mecánica y sexualidad emocional, escribí unas líneas sobre esto pero no lo termine por que me dio La Pereza. Hoy limpiando mi PC lo encontré en la selva de directorios y archivos.. y lo termine.

Siempre he pensado que mas causan daño a la humanidad los pecados capitales que el incumplimiento de los diez mandamientos, por que al analizar las causas de los grandes desastres con sus mayores sufrimientos, encuentro que estadísticamente detrás de los grandes pecados generados por las grandes guerras desde antes y después de Cristo, con su masificación de las muertes y sufrimientos espantosos a individualidades, familias y pueblos enteros, esta un sencillo pecado capital: LA AMBICION. Como dijo alguien: Un día fueron al río la moza, su novio y el interés y mas pudo el interés que el amor que ella tenía… cosas veredes amigo Sancho….


Prueba de ello es que las dos grandes guerras con sus espantosos crímenes masivos, tuvieron como Causa Prima LA AMBICION DE PODER. En sus dos grandes variantes; la ambición de poder político y la ambición de poder económico. Por la ambición de poder geopolítico se generaron, entre otras, las invasiones del Imperio Romano y la primera y segunda guerras mundiales con millones de muertos la mayoría civiles, y las matanzas realizadas por Beria por orden de Stalin. Y para abundancia de pruebas pensemos que un narcotraficante manda a sus sicarios a asesinar sin piedad por simple ambición de poder económico. Y la Talidomida aun a sabiendas de lo que causaba la siguieron usando por ambición económica. Y las países mas desarrollados sutilmente impiden que los menos desarrollados desarrollen fabricas, por que eso implica mas competencia comercial para sus productos, ya que en la medida que cada país desarrolle su propias fabricas, importaran menos mercancías de los países desarrollados.

Pero mas nos asombramos por que un vecino es asaltado en la esquina, que por la anteriormente expuesto, o por que la vecina tiene un amante o dejo al marido por un joven de 20 añitos, o por que no fue ella si no el esposo que abandono la casa y peor aun a los hijos, por las mismas razones. Y estamos más pendientes de la última noticia de farándula que de otra cosa. Por eso es difícil de practicar El Arte de Padecer con el Prójimo.

En Internet mismo tal como se le llama El Gran Mercado, hay guerras terribles donde se valen de todo. Desde guerras de las Web sociales, guerras de las webs de blogs, la guerra del click, guerra de refrescos como la bomba de gaseosa con pastilla de menta, hasta guerras personales donde fabrican una cadena donde dice que no reciban mails de mecaemal@HdeP.com por que es un virus que nos quemara el disco duro, y en realidad es una jugada para aislar a cierta persona que le cae mal a alguien.

Pero precisamente por uno de esos pecados capitales fue que no termine el mini escrito, que como les dije antes estuve haciendo, uno de esos pecados que dan risa, pero que si no se auto controla causa hasta ruinas familiares, y destruye vidas y empresas. Que no es otro que La Pereza, incluyendo en ella una variante más peligrosa aun, que es la Abulia o Pereza Mental, más peligrosa que la pereza física.

Pero antes de entrar en la pereza veamos cuantos tipos de pecados y mandamientos hay.
Los mandamientos divinos (Mitzvot en Hebreo) contenidos en La Torah (La Revelación) la “Biblia” que usaba Jesús en el templo, y que luego de una gran reforma llamada “La Revolución de los 70”, donde quitaron una gran cantidad de partes referidas a la historia y las guerras de los Hebreos, los Cristianos la llamamos La Biblia. Según el cómputo judío los pecados son muy numerosos, en total son 613 reglas, la mitad dicen lo que debes hacer y la otra mitad lo que no debes hacer. Algunos de mis muchos amigos judíos, los que usan un gorrito, las practican fielmente.

Pero se le ha dado mayor importancia a los que forman el tratado que Jehová selló con el pueblo Hebreo durante El Éxodo (La historia del Éxodo ahora esta cuestionada por investigadores Judíos de la Universidad de Tel Avit), escribiéndolos en las tablas que trajo Moisés del Monte Sinaí. El contenido de esos mandatos se encuentra en varios pasajes de El Pentateuco en el Antiguo Testamento, totalmente distintos por su carácter y ninguno de los cuales es exactamente una lista de diez mandamientos, en realidad son 26.

Pero siempre he tenido una incógnita: “No desearas la mujer de tu prójimo”, es decir el hombre no debe desear la mujer de otro hombre, eso esta bien pero y las mujeres ¿Qué?, si pueden desear el hombre de su prójima. Así no sirve es discriminación de genero, yo protesto.

Como les decía al inicio, ese día en mi estado de ociosidad física-mental (Pereza Pura) me puse a pensar en lo que la teología considera "la falta culpable de esfuerzo físico o espiritual". Y la verdad es que la pereza es otra cosa, se trata del estado que los romanos llamaban acidia y los griegos llamaban akedia, que significa negligencia, flojedad, pero tiene que ver con la tristeza y la angustia.

La acidia es la tortura del monje casto en la hora critica, que los romanos llamaban La Hora Sexta, que para nosotros los humanos “modernos” es el periodo inmediato al mediodía. Es lo que los venezolanos llamamos La Hora del Burro, por que en nuestros llanos del sur al calor del inclemente del sol combinado con la brisa fresca a la sombra de un árbol, se da un fenómeno bioclimático en esa hora, que es como una “pesadez lánguida”. Los burros buscan la sombra de un árbol y languidecen en somnolencia placida, luego de la cual se desata un estado emotivo de la libido, tanto en Burros como en humanos. Y luego de complacer mas no saciar el estado libidinoso, llega el final de la tarde con la dejadez postcoital, la melancolía del atardecer, la temperatura benigna y la hora del café, y ya a esa hora y en ese estado ¿quien diablos va a trabajar?. Pereza Pura.

La pereza ataca como una fiebre viral de esas que nos sumergen en un estado de semi sueño y dejadez que no nos provoca hacer nada. Pero ¿será pecado?. Para los incrédulos no lo es por que la califican como parte de la naturaleza humana. Pero si lo es para los teístas mas no clericales ni santeros como yo, y en el caso de los teólogos es pecado cualquier cosa que aliente “la concupiscencia y los apetitos carnales”. En mi caso … mea culpa Soy Asiduo Pecador, y si por eso me condenan pues que así sea, pero no me quitaran lo “bailado”. Y menos ahora que se redefinió el infierno y no es un lugar lleno de fuego.

Pero he notado que cuando la pereza viene melancolizada, es como cierta tristeza que apesadumbra, que deprime el ánimo y torna desagradable lo que uno hace y explica el hastío que nos da para hacer algo. Pese a todo, la pereza no ha sido siempre un pecado. Los monjes del siglo IV, que tenían mucho tiempo libre, descubrieron que había faltas mayores que a su vez provocaban otras por una desmedida concentración en uno mismo. El Teólogo Evagrio de Ponto las estudió y dijo que eran ocho. La gula, la lujuria, la ambición, la tristeza, la ira, la vanidad, el orgullo y la pereza. Y como había que proteger al pueblo de las flaquezas de la pérfida naturaleza humana, de ahí nacieron Los Pecados Capitales.

Doscientos años más tarde, el papa Gregorio El Grande fundió en uno solo la vanidad con el orgullo y la tristeza con la pereza y agregó la envidia, y en los siguientes diez siglos muchas conciencias se consolaron con divagantes discusiones teológicas grandilocuentes sobre el pecado. Y ya para el siglo XIV los pecados capitales habían dejado de ser una falta mayor, ni en el Infierno de Dante ilustrado por el pintor Dore, hay castigos severos para los pecados capitales y menos para la pereza, hurra por Dante. Y con la justificación de la venialidad como pecados de menor cuantía, monjes y seglares le dieron rienda suelta al Mal de La Hora Sexta y a su melosa consecuencia: La Hora del Burro……

Viéndolo bien, la pereza que conocemos es la tendencia ancestral a no hacer nada, al disfrute del ocio que con razón se llama en italiano “il dolce far niente”. EL DULCE NO HACER NADA.
Hay quien la considera un pecado en términos económicos, y es verdad porque la falta de acción equivale a falta de producción, que a su vez provoca falta de ingreso y por tanto reducción del presupuesto familiar donde lo primero que se restringe es la peluquería femenina y eso es muy grave, pero no se reduce la cerveza ni el vino. También reduce la recaudación fiscal, lo que significa un obstáculo a la dinámica del capital y producción de bienes para la venta. Para los marxistas este pensamiento mío es dialéctica capitalista, revolucionariamente me sale paredón.

La pereza, que en Venezuela le decimos Dolor de Testículo (Incluye ovarios), tiene su burla en la historia del banquero que disfrutaba su retiro en una playa y encontró a un hombre joven "echado" y pescando. El banquero le preguntó en qué trabajaba y el hombre le dijo que en nada solo pescaba ahí echado. El banquero le dijo que por eso no tenía ahorros, no tenía plan de retiro y no tenía propiedades. El hombre le respondió que el no necesitaba nada de eso. El banquero le dijo al hombre que había trabajado toda su vida de sol a sol y había ahorrado y tenía una gran renta bancaria y bienes. Entonces el hombre le preguntó al banquero que para qué le servía todo eso. El banquero le respondió que para poder venir a la playa cuando quisiera sin preocuparse por nada y sentarse a pescar placidamente. Y el hombre le dijo: Bueno y que carajo es lo que yo estoy haciendo sin haberme jodido tanto como usted.

Pero a quien castigar y como, los soberbios y los que sufren de ira que siempre van juntas (abundan en la Red), deben ser castigados poniéndolos a oír durante un mes por 12 horas diarias los discursos de Chávez sobre las ventajas de El Capitalismo de Estado que duran 6 horas, mientras ven una foto de la petro-sonrisa de Obama. La Gula no es grave pero se les puede dar tetero de purgante por tres meses. La ambición que siempre va pegadita con la envidia, hay que penarlos con el castigo de Katanga en manos del dios romano Príapo.

La Pereza no puede ser castigada, ya que gracias a ella y su devenir en La Hora del Burro el mundo esta poblado, y además díganme si no es en estado de pereza en que han tenido inspiraciones notables. La Lujuria, con el perdón de Lutero voto por su Indulgencia Plenaria y que no me oiga José de Torquemada el inquisidor español del medioevo. Imagínense que nos quiten la Pereza y la Lujuria estamos fritos, por eso si me declaro en rebeldía y mientras canto La Internacional, al grito de “Lujuria o Muerte” agarro el fusil y me meto a guerrillero pero con camisa negra y la Cara al Sol…………

Las encuestas, que todo lo muestran, señalan que quienes están interesados en no violar los pecados capitales leyeron El Código da Vinci, El libro de los Abrazos, Caballo de Troya, Veinte Grandes Conspiraciones de la Historia, La Sombra del Viento y Das Kapital. Los que están interesados en practicar El Mal de La hora Sexta y su consecuencial Hora del Burro, leyeron Las Memorias de Fanny Hill (Historia de una Cortesana), La Mujer Sensual de Linda Lovelace y La Historia de Francia en 25 Mujeres, y han oído la canción de Antonieta llamada Orgasmo y la de Salma Hayek Quédate Conmigo (Están a la Orden por mail).

Desde Caracas con una Pereza de cinco estrellas que en mi mente solo veo una tasca, una guitarra, una botella de vino....... y una sensual mujer.. Desde Caracas con Amor……..

Antonio Borges M.